Los principios básicos de la educación de personas adultas son propiciar la educación permanente facilitando su incorporación a las distintas enseñanzas y el paso de unas a otras, favoreciendo la conciliación del aprendizaje y los ritmos individuales con otras responsabilidades y actividades, concibiendo el sistema educativo de manera flexible, permitiendo la configuración de vías formativas adaptadas a las necesidades e intereses personales y posibilitando un marco abierto para realizar otros aprendizajes y para validar la experiencia adquirida por otras vías.
Para cursar estas enseñanzas en régimen de personas adultas debes ser mayor de dieciocho años o cumplirlos antes del 31 de diciembre del año en que comience el curso académico.
De manera excepcional, también puedes acceder a las enseñanzas de personas adultas si eres mayor de 16 años, o los cumples en el año natural en que comienza el curso académico, acreditando alguna de estas situaciones:
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